Me he dado cuenta que muchas ocasiones la frustración nos lleva a sabotearnos, a frenar nuestro avance, a sentir que no somos lo suficientemente buenos en algo. Y a veces nos lleva a llenarnos de odio y decepción, al grado de abandonar nuestros objetivos por miedo a fallar de nuevo. https://un-curso-de-milagros.org/blog-ucdm/